viernes, 27 de noviembre de 2009

miércoles, 25 de noviembre de 2009

5.teorias de la extincion







Durante ciento cincuenta millones de años las criaturas más difundidas de la Tierra fueron ciertos grandes reptiles conocidos vulgarmente por el nombre de «dinosaurios». Los más grandes de entre los reptiles terrestres de esta especie puede que pesaran hasta 85 toneladas. Los grandes ictiosauros y plesiosauros dominaban el mar mientras que los pterosaurios surcaban los aires con gigantescas alas de hasta 20 pies de envergadura.
Más tarde, hace unos setenta millones de años, se extinguieron todas esas monstruosas criaturas. No de la noche a la mañana, pero sí en un tiempo bastante breve: digamos que un millón de años. Otras formas de vida animal como los peces y los mamíferos y aves primitivos salieron indemnes, igual que la vida vegetal.
Acerca de esta extinción se han hecho diversas conjeturas... pero son sólo eso, conjeturas. A ciencia cierta nadie lo sabe.
Hay quien piensa que se debió a un cambio del clima. Donde antes había un mundo suave y apacible, con pantanos y mares poco profundos, surgieron ahora montañas. El continente se secó, los mares se hicieron profundos y las estaciones adquirieron un carácter áspero y riguroso. Pero es difícil de creer que no quedaran regiones de clima apropiado. Y, por otro lado, los mares no tenían por qué verse afectados.
Otros sugieren que quizá los mamíferos primitivos empezaron a alimentarse de los huevos de dinosaurio acabando así con ellos. (Los reptiles marinos, en cambio eran vivíparos.) O que quizá la Tierra se cubrió de nuevas especies de hierbas que desplazaron la antigua vegetación, más blanda y jugosa. Puede ser que los dinosaurios vegetarianos no tuvieran el tipo de dentadura necesaria para triturar esta nueva especie de hierba más dura y que, al extinguirse aquellos, los dinosaurios carnívoros, al no encontrar alimento, se extinguieran también.
Otra posibilidad es que los dinosaurios a experimentar de pronto gran cantidad de mutaciones. Como la mayoría de las mutaciones son para mal, es posible que el excesivo número de dinosaurios tarados trajese consigo la extinción de la especie.
Esta explicación ha despertado gran interés, pero ¿Por qué un aumento repentino en el número de mutaciones?
Una de las causas de las mutaciones es la radiación muy energética. La Tierra está constantemente bombardeada por los rayos cósmicos, que podrían ser la causa de las mutaciones que constantemente aparecen en organismos hoy día. La tasa actual de mutación no es demasiado alta, pero imaginemos los que ocurriría si, de cuando en cuando incidiese sobre la Tierra un chorro muy potente de radiación.
K. D. Terry, de la Universidad de Kansas, y W. H. Tucker, de la Universidad Rice, han señalado que si explotase una supernova más o menos cerca del sistema solar, la Tierra podría verse inundada de rayos cósmicos. Terry y Tucker estimaron la frecuencia y distancia de estas explosiones y calcularon que cada diez millones de años (por término medio) la Tierra podría recibir una dosis de rayos cósmicos siete mil veces mayor que la actual. Puede ser que hace setenta millones de años la Tierra sufriese una tal andanada de rayos cósmicos.
Pero en este caso ¿por qué afectó sólo a los dinosaurios y no a otras criaturas? Quizá sí que las afectó, sólo que los dinosaurios estaban tan especializados que eran mucho más vulnerables a las mutaciones que las demás criaturas.



¿Cuáles son las teorías actualmente aceptadas que mejor explican la extinción de los dinosaurios? ¿Existe alguna relación entre estos acontecimientos y el desarrollo de los mamíferos?
Entre las innumerables teorías que tratan de explicar la extinción de los dinosaurios y fauna asociada que ocurrió al finalizar el Cretácico, hace 65 millones de años, se destacan la referida al impacto de un gran meteorito (o cometa) que habría causado tal perturbación en la atmósfera capaz de exterminar a gran número de especies terrestres y marinas. También se atribuye la gran extinción citada al marcado incremento de la actividad volcánica a nivel mundial en diversas cordilleras (Himalaya, Los Andes), lo que habría alterado dramáticamente el medio ambiente. La hipótesis que postula que el incremento en la diversidad y número de los mamíferos del Cretácico Tardío habría generado la extinción de los dinosaurios no tiene, en la actualidad, argumentos suficientemente firmes como para explicar la compleja y variada extinción de los dinosaurios y el resto de la fauna afectada, sea continental o marina. Lo indudable consiste en que la extinción de los dinosaurios favoreció ampliamente el mayor desarrollo y diversidad de los mamíferos que se convirtieron en el grupo dominante desde los primeros tiempos del Paleoceno.
Entre los estudiosos más activos del tema de la extinción se destaca el profesor doctor Archibald (San Diego State University), quien se halla empeñado en reconocer, a partir del registro fósil, si la extinción fue gradual o repentina. En sus últimos trabajos (1996), aun cuando remarca que sus observaciones se limitan geográficamente al sudoeste de América del Norte, no se observa una disminución gradual de la abundancia de taxones a medida que se acerca al límite Cretácico-Terciario. No obstante, señala Archibald, estas observaciones necesitan confirmarse en otras latitudes en donde podrían obtenerse evidencias distintas.
Si tenemos en consideración solo las teorías del gran impacto y la del intenso vulcanismo, parece evidente que la extinción de los dinosaurios y de la fauna asociada, podría haber sido ocasionada por la emisión de sustancias tóxicas de uno u otro origen, o simplemente por la oscuridad que debe haber envuelto a la Tierra, lo que habría generado consecuencias diferenciales en los distintos grupos de animales, extinguiendo a dinosaurios y pterosaurios pero no a sus parientes los cocodrilos y las aves, como así también a diversos grupos de mamíferos como triconodontes, simmetrodontes y driolestoideos, pero no a marsupiales, placentarios y multituberculados, y así sucesivamente con otros grupos como los esfenodontes, tortugas, peces, y anfibios entre otros.

4.Voladores


Los pterosaurios, que significa reptiles alados, fueron un orden de reptiles diápsidos voladores fósiles, parientes de los dinosaurios, que presentaban diversas formas y tamaños.
Algunos eran pequeños como gorriones, y otros, tan grandes que cada ala medía tanto como un autobús.
Como las aves actuales, volaban, ponían huevos y tenían una vista muy aguda, con grandes ojos para divisar mejor la comida desde el aire a distancia.
Aparecieron a finales del Triásico, y durante 166 millones de años, un poco más que los dinosaurios, surcaron los cielos con éxito, sobre todo en el Jurásico superior y Cretácico inferior.
Mucho antes de que existieran las primeras aves, los pterosaurios eran los únicos vertebrados voladores. A los expertos les costó un poco aclarar esta particularidad. Cuando se encontraron los restos del primer pterosaurio, los científicos no acababan de entender a qué tipo de criatura pertenecían aquellos huesos. Algunos expertos creyeron que eran los esqueletos de un criatura marina, mientras que otros los atribuían a un animal volador. Tras observar algunos de los huesos con atención, los científicos se pusieron de acuerdo en que estos animales tenían que haber sido voladores. En efecto, se dieron cuenta de que los huesos principales eran delgados y huecos y estaban llenos de aire, lo que aligeraba considerablemente a los pterosaurios y les ayudaba a levantarse del suelo.
Estos reptiles tenían huesos pectorales con el objeto de sujetar los músculos que controlan los músculos de las alas. Algunos podían batir las alas; otros simplemente planeaban.
Como los murciélagos actuales, las alas de los pterosaurios eran de piel y se extendían entre sus cuerpos y el final de un cuarto dedo extremadamente largo. Los otros tres dedos de cada mano formaban unas garras situadas en la parte delantera de cada ala. Los animales que podían volar eran afortunados.
Podían pescar peces o atrapar insectos. También podían escapar volando de los dinosaurios hambrientos, y anidar en las alturas.
Aunque todos volaban bien, los científicos no están seguros de cómo se desenvolvían en tierra. Durante muchos años, se creyó que eran parecidos a los murciélagos o a las aves, pero los especialistas se han dado cuenta de que no se parecían a ningún otro tipo de animales conocido. Esto dificulta la comprensión de cómo de movían, porque no hay ningún tipo de huesos con los que compararlos. Estudiando cómo encajaban sus huesos, los paleontólogos ha podido llegar a algunas conclusiones.
No todos vivieron en tierra sino en los árboles. Algunas especies probablemente eran arborícolas, y se desplazaban como los actuales murciélagos frugívoros, que se alimentan de fruta: colgados cabeza abajo y agarrándose a las ramas. Los pterosaurios tenían diversas maneras de elevarse.
Algunos probablemente corrían sobre sus patas traseras y saltaban para elevarse.
Los que tenían unas alas enormes, las extendían, dejando que las corrientes del aire los elevaran.
A veces el pterosaurio se posaba en el agua. Usaba la fuerza de las olas y el impulso de sus patas, moviéndolas como las ranas, a fin de conseguir el empuje necesario para emprender el vuelo.
Algunos tenían las patas palmeadas, muy similares a las de los patos, que les facilitaban la natación.
Algunos científicos que los pterosaurios de cola larga pudieron haberla usado como timón.
Los científicos pueden deducir cómo se alimentaba uno de estos animales comparando sus mandíbulas, dientes, que casi todos los tenían, y tamaño corporal con los de los animales actuales. También se puede deducir si era un experto volador observando la envergadura de sus alas y sus músculos.
Los buenos voladores seguramente daban caza a sus presas en el aire.
Los expertos creen que algunos se zambullían directamente en el agua para capturar peces, mientras que otros volaban cerca de la superficie del agua, pescando con las mandíbulas abiertas. La mayoría de los pterosaurios piscívoros tenían bolsas en la parte posterior de la garganta. En ellas quizá almacenaban la comida, que llevaban al nido como los pelícanos actuales.
La mayoría de los pterosaurios se tragaban a sus presas con tanta rapidez como podían, debido a que otros animales acechaban para robárselas. Esta forma de comer tan precipitada les hacía tragar muchas materias imposibles de digerir, como huesos, escamas y pieles duras que luego regurgitaban en forma de bolitas como los búhos.
Probablemente los pterosaurios ponían huevos. El cuerpo del animal tenía que ser ligero para poder volar, pero una hembra de pterosaurio con muchas crías en su interior habría pesado demasiado. Los huesos tenían que ser pequeños y ligeros. Estas dos razones hacen pensar a los expertos que ponían sólo unos huevos pequeños.
Quizá alimentaban y protegían a sus crías igual que las gaviotas actuales cuidan de sus polluelos en los acantilados. Al salir del cascarón, las crías no podían volar porque su cabeza era demasiado grande y sus alas demasiado pequeñas. Probablemente uno de sus progenitores les llevaba alimento y las vigilaba hasta que sus alas eran lo bastante fuertes para volar y habían crecido lo suficiente para defenderse solas.
Los reptiles actuales son animales de sangre fría. Tienen que esperar que el sol caliente su cuerpo para que sus músculos funcionen. Las aves y los mamíferos son animales de sangre caliente, pues su propio cuerpo produce el calor necesario a partir de los alimentos que ingieren, por lo que disponen de energía para moverse y pueden estar activos casi todo el día.
Dos pistas indican que los pterosaurios poseían sangre caliente. Seguro que realizaban complicadas maniobras aéreas, para lo cual se necesitan músculos activos y un gran cerebro, que sólo funcionan bien cuando están calientes. La otra pista es que estaban recubiertos de pelo, como otros animales de sangre caliente. Al principio, se creía de los pterosaurios tenían plumas para mantener el calor, como las aves. Pero cuando unos paleontólogos descubrieron fósiles de pterosaurio con rastros de pelos impresos en las rocas, comprendieron que eso era lo que recubría el cuerpo de estos animales.
Nadie sabe por qué se extinguieron los pterosaurios. Quizá un enorme meteorito chocó contra la Tierra, levantando nubes de polvo tan grandes que oscurecieron el sol. Planeando por el aire frío, asfixiados por el polvo, estos reptiles desaparecieron del planeta.
Tras un lento inicio, los buscadores de fósiles empezaron a encontrar fósiles de pterosaurio en todos los continentes, excepto la Antártida. Así, estos reptiles alados debieron de vivir en todo el mundo. Muchos de los fósiles están perfectamente conservados, porque numerosos pterosaurios volaban junto a las costas y sobre el mar, y al morir sus cuerpos quedaban enterrados velozmente en la arena. Sus restos fosilizados se han encontrado sobre todo en las canteras de Solnhofen, en Baviera, Inglaterra.
Hasta el momento se han descubierto unos 100 tipos distintos de pterosaurio. Se dividen en dos grupos o subórdenes. El más antiguo se denomina ramfarincoideos, que significa tipo del pico delgado, fáciles de distinguir por sus dientes y su cola larga. El grupo más reciente se llama pterodactiloides, que significa tipo con dedos en las alas, que se distinguen por su cola muy pequeña o ausente, pocos dientes y por que la mayoría tenía algún tipo de cresta.

viernes, 20 de noviembre de 2009

3.herbivoros




La mayor parte de los dinosaurios eran herbívoros. Se alimentaban de plantas para vivir y no comían carnes.Como muchas especies de plantas eran difíciles de digerir, para poder tener la mayor posible de energías de ellas estos animales de gran o pequeño tamaño pasaba la mayor parte de su día comiendo.
¿Caderas de lagarto o de ave?Los dinosaurios se pueden clasificar en dos grandes grupos, según la forma de sus caderas.Los herbívoros saurópodos, quienes tenían caderas de lagarto y caminaban en cuatro patas ya que sus grandes estómagos los desequilibraban al andar. Los carnívoros terópodos de dos patas, también tenían caderas de lagaros.Los herbívoros con cadera de ave que evolucionaron más tarde. Muchos de ellos caminaban en dos patas. Los herbívoros acorazados con cadera de ave se movían sobre sus cuatro patas.
¿Comían hojas?Las hojas eran la dieta principal de muchos herbívoros. El Psittacosaurus las arrancaban con su pico de ave y después las destrozaban en pedazos más chicos con sus dientes con forma de tijera. Como a la jirafa, el Brachiosaurus el cuello largo le daba la posibilidad de alcanzar las hojas de las copas de los árboles.
¿Por qué eran de gran tamaño los sauropodos?El tamaño de los sauropodos les permitían darle lugar a sus vísceras. Tanto los sauropodos como el brachiosaurus llegaban a comer hasta 200 Kg. de plantas por día. Tenían un estomago gigante y los intestinos eran muy largos.En el año 1998 se encontraron en China dos ejemplares con las vísceras aun intactas, lo cual permitió saber un poco más sobre la dieta de los mismos.
¿Los herbívoros tenían dientes?Si, tenían dientes, de hecho al ver sus formas podemos ver de qué se alimentaban. Los pequeños dietes del Lufengosaurus, un saropodo eran ideales para poder arrancar hojas blancas pero no eran demasiado útiles para poder masticar, de modo que se puede suponer que este animal tragaba entera su comida.
¿Cómo eran los dientes?El ornitopodo Heterodontosaurus tenía dientes delanteros agudos y angostos que servían para cortar y rebanar.El Plateosaurus y sauropodo como el Diplodocus y el Apatosaurus contaba con dientes con forma de pinzas para desgarrar y poder aplastar los alimentos.El Stegosauus tenía dientes en forma de hoja para cortar y masticar plantas blandas.
¿Por qué tragaban piedras?Solo algunos dinosaurios podían mover las mandubuilas de un lado a otro, como para poder masticar sus alimentos por esa razón os tragaban enteros. Quizás debían tragar piedras de pequeño tamaño (gastrolitos) para así poder moler la comida cuando esta se les revolvía en el estomago.Los pollos tragaban granos de arena con este mismo fin.
¿Los dinosaurios comían pasto?El pasto se desarrolló en la Tierra alrededor de 25 millones de años después de extinguidos los dinosaurios. Los herbívoros comían otras plantas que ya existían en esa época.Sauripodos de cuello largo como por ejemplo el Shunosauris utilizaban sus dientes simples como pinzas útiles para masticar hojas, agujas de pino y brotes jugosos.En hadrosaurio como el Saurolophus se alimentaba de hojas de plantas con flor y piñas. Arrancaban las hojas con el pifo y después las trituraban con los dientes posteriores.Dinosaurios con cuernos como el Triceratops cortaban los helechos duros y plantas llamadas cola de caballo con sus picos y dientes agudos.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

2.Carnivoros





Muchos dinosaurios eran carnívoros, pero no todos conseguían carne de la misma manera: unos eran cazadores o pescadores y otros, los carroñeros, vagabundeaban en busca de cadáveres de animales muertos, es decir carroña. Según el tipo de animal que comían habitualmente y la manera de conseguirlo, estos dinosaurios tenían el cuerpo y sobre todo la boca adaptados a sus necesidades. Pero, en general, las funciones principales de los dientes y las mandíbulas de un carnívoro son matar y arrancar trozos de carne que puedan engullirse con rapidez, posibilitando su digestión en el estómago.

Entre los dinosaurios carnívoros se hallaban predadores pequeños y ligeros, como el coelophysis, que se alimentaban de cualquier animal de tamaño reducido que encontraran, como insectos, lagartos, anfibios o mamíferos. Para cazar este tipo de animales se necesita una vista aguda, velocidad y capacidad para maniobrar con rapidez. Cualquier animal pequeño era una posible presa para estos dinosaurios.

Cazar en manada, como lo hacen actualmente los lobos, permitía a los dinosaurios no muy grandes como el deinonychus cazar herbívoros de gran tamaño, repartirse la presa y tener comida asegurada para varios días. Estos dinosaurios eran máquinas de matar: en pocos segundos caían sobre la víctima, atacando cada uno una parte distinta del cuerpo, clavándole los afilados dientes y las garras en forma de hoz que tenían las patas traseras.

Cazadores de Emboscada. Los grandes dinosaurios predadores, como el tyrannosaurus, es muy probable que tuviera una dieta mixta de carroña y presas vivas, ya que necesitaba comer gran cantidad de carne y muchas de sus presas eran más ágiles o estaban bien protegidas, como por ejemplo el triceratops. En la mayoría de los casos, su única posibilidad de éxito en la caza consistía en emboscarse para sorprender a sus víctimas y lanzarse sobre ellas con la boca abierta, presta para engullir el animal entero, si el tamaño lo permitía, o para arrancarle una part del cuerpo, si se trataba de un gran herbívoro.

Carroñeros y Oportunistas. La mayoría de los predadores suelen complementar la caza con la ingestión de cadáveres de animales, ya que la acción de cazar implica por lo general un elevado gasto de energía. Se supone que este comportamiento carroñero era habitual entre muchos dinosaurios carnívoros. Los cadáveres de los que se alimentaban no sólo procedían de animales muertos por enfermedad o vejez, sino también de ejemplares cazados por otros carnívoros; en este caso los carroñeros esperarían a que el predador se hartase, o intentarían robarle. El dilophosaurus pudo haber sido un ejemplo de dinosaurio carnívoro esencialmente carroñero, pues a pesar de sus considerables dimensiones, tenía unas mandíbulas delgadas y débiles, con las que probablemente no habría podido retener una presa viva de cierto tamaño.

Especialistas en comer peces.Cuando se encuentra un cráneo de dinosaurio con las mandíbulas largas y estrechas como las de un cocodrilo, los científicos suelen suponer que el animal se alimentaban casi siempre de peces. Ello se debe a que este tipo de mandíbulas no sería el más adecuado para cortar huesos o pieles duras; y por otro lado, su longitud las hacía más propicias para cazar presas escurridizas. El baryonyx, además de tener esta clase de mandíbulas, poseía una gran garra que podría haberle servido para sacar las presas del agua desde la orilla de ríos y lagos .
Omnívoros. Algunos dinosaurios eran omnívoros, es decir, se alimentaban de plantas y animales. Uno de ellos era el llamado oviraptor, que en latín significa "saqueador de huevos". Fue bautizado con ese nombre porque se encontró un fósil junto a varias cáscaras de huevo. Pero más tarde se descubrió, que dichas cáscaras eran de sus propios huevos. De todos modos, no se descarta que en su dieta omnívora se incluyeran huevos de otros dinosaurios.








1.Dinosaurios






¿Que son los dinosaurios?


Los dinosaurios son un grupo extinto de reptiles, conocido tan sólo a través de restos fósiles. Las palabras dinosaurio y fósil tienen un significado peyorativo en el lenguaje corriente; se llama dinosaurio a alguien o a alguna organización que sigue viviendo cuando ya no se le necesita; un fósil es una persona vieja, seca y aburrida. Entonces, ¿por qué tantas personas los encuentran fascinantes?
Los dinosaurios responden al niño que todos llevamos dentro; amplían la imaginación y despiertan nuestro asombro. ¿Cómo es posible que fueran tan grandes? ¿Cuánto tiempo vivieron? ¿Por qué se extinguieron? Sin duda, sólo una persona triste y aburrida, un auténtico fósil, sería incapaz de maravillarse al pensar en un Diplodocus de 27 metros de largo, o un inmenso Tyranosaurio, con dientes como cuchillos afilados.
Aparentemente, los dinosaurios interesan a personas de todas las edades y de cualquier nacionalidad. Cada pocas semanas, aparecen noticias en los periódicos sobre el hallazgo del esqueleto de otro dinosaurio en algún lugar del mundo, o sobre alguna teoría sobre el comportamiento de estos seres o el motivo de su extinción. Los dinosaurios han demostrado ser un medio útil para dar una noticia sobre lo relacionado con la evolución o la historia de la vida. Basta que aparezca la palabra dinosaurio en un titular para despertar el interés de los lectores. Esto ocurre en países donde se encuentran con frecuencia esqueletos espectaculares de dinosaurios, como Estados Unidos, Canadá y la Unión Soviética, y también en otros, como Gran Bretaña, donde se los encuentra muy de vez en cuando.
Los paleontólogos, es decir, los científicos que estudian los fósiles de los dinosaurios y de otros animales y plantas que se han extinguido, están motivados por muchas de las preguntas infantiles que hemos mencionado. Los placeres que provoca el estudio de los dinosaurios son múltiples: la excitación de la búsqueda de los huesos, la emoción del descubrimiento, la trabajosa excavación de los restos, su preparación y limpieza en el laboratorio, el análisis de la vida del animal y la combinación de ciencia y arte que se produce en la reconstrucción del aspecto de la criatura. Estos son los temas que trata este capítulo.
En general es verdad que los dinosaurios son reptiles enormes. La palabra dinosaurio significa lagarto terrible, y sintetiza la impresión que nos producen. Los mayores de ellos fueron los animales más gigantescos que jamás existieran sobre la tierra. Entre éstos se incluyen los saurópodos herbívoros de cuello largo, como el Seismosaurus, que alcanzaba el largo de 5 autobuses aparcados uno detrás del otro, y el Ultrasaurus, con una altura de 15 metros cuando estiraba la cabeza hacia arriba, como las jirafas. Por su tamaño, estos gigantes rivalizaban con las ballenas más grandes que ocupan los océanos actuales. Es algo sorprendente, porque el agua actúa como soporte para el gran tamaño de la ballena, pero los dinosaurios carecían de este soporte.